domingo, 13 de junio de 2010

Nuestra historia de dos




Nuestra historia

Tu y yo , venimos de lugares distintos, pero el destino nos unió,
fruto de tu acción,
Cruzamos unas miradas nos conocimos rápidamente porque en la primera
centésima de segundo de la mirada ya sabíamos lo que iba a pasar.
Nos vimos precipitadamente, mas el tiempo no es algo que nos sobrase,
pues tu en unos días marcharías y yo contigo toda la vida estaría.
Yo te lleve a un lugar apartado tu me miraste, nos miramos, nos
cogimos de la mano , anduvimos paseando por los salvajes parques mas a
esa hora éramos dueños del lugar, contemplando su belleza y su
encanto sin igual. En la soledad de la explanada un apaetecible banco
encontramos, yo te pedí que me contaras tu historia, pues al oiría
podría escuchar la forma en la que me hablabas, me contastes tus
problemas, tus secretos, yo hice lo mismo... intercambiamos miradas,
pero yo temía hacer algo mal algo que quizás quisieras no ver pasar.
Seguimos caminando, mas ya nada nos detendría , encontramos otro
insólito lugar en el que descansar, el silencio , el deseo... No no
mas quería aguantar e intentando comprender lo que de verdad hacíamos
me retuve unos instantes mientras tu lo deseabas abiertamente, yo
calculaba los posibles efectos, y como consecuencias, estire mi mano a
tu carita de porcelana, desde la frente hacia el lado izquierdo de la
cara el pelo te recogí e imposible de aguantar mas, nuestros labios se
juntaron en un torrente de sentimientos nos fundimos, un sincero
intercambio de emociones, algo que deseábamos desde el comienzo de la
velada , mas una larga confianza prosiguió.
Caminábamos dirección a nuestro sino, mas yo antes me Levante y la
mano te tendí como caballero que intento ser, aceptastes con una
sonrrisita dibujada en tu carita de porcelana, mas camino hacia el fin
nos dirigíamos.
Ya rozando el fin de la velada no sabia como viviría el día
siguiente sin tu compañía, mas te di mi corazón y te lo llevastes
contigo, cada vez mas cerca del final, llego el momento, no podía
separarme de ti... entonces te acercaste me besastes, en un dulce
abrazo y yo te dije al oído... no hace falta que marches, aquí tienes
alguien que te quiere...
Ya alejándonos yo me gire tras dar unos pasos pero volví a mi camino
porque pensé que si me veías girado viendo como te alejabas,
volverías y te quedarías conmigo , pero aun no pudo ser, así mismo
pasado unos instantes me volví a girar y a lo lejos vi como con mi
corazón te marchabas...

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